Desintoxicación: una estafa indefinida
La limpieza ó “Detox”
También es conocida como “dieta de desintoxicación”, pero sea cual sea la etiqueta que prefieras, te será difícil asociarla con una definición clara.
Se asume que el objetivo de una desintoxicación es limpiar el cuerpo de sustancias dañinas, a menudo llamadas toxinas, generalmente a través de algún tipo de dieta altamente limitante (con un posible condimento de suplementos).
Algunas limpiezas están dirigidas a órganos específicos, mientras que otras pretenden purificarte de pies a cabeza. Como regla general, las dietas de desintoxicación son muy restrictivas, los alimentos generalmente se limitan a jugos de frutas y verduras, u otras bebidas aprobadas.
El Master Cleanse, por ejemplo, prescribe 6–12 vasos de limonada con jarabe de arce y pimienta de Cayena. Ingerida diariamente como único sustento, esta mezcla supuestamente elimina todas las toxinas de tu cuerpo y, según su creador, apoya la eliminación de todo tipo de enfermedades.
Si bien las dietas de desintoxicación difieren en sus detalles, no vale la pena analizar detalladamente ningún protócolo específico, ya que pronto caerá en desgracia cuando otra nueva variante se convierta en la próxima moda.
En pocas palabras, las dietas de desintoxicación se basan en la premisa de que el cuerpo humano acumula toxinas que varios protocolos de alimentación súper restrictivos pueden eliminar.
¿Tu cuerpo realmente acumula toxinas?
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos: “Las toxinas son sustancias creadas por plantas y animales que son venenosas para los humanos. Las toxinas también incluyen algunos medicamentos que son útiles en pequeñas dosis, pero dañinas en grandes cantidades”.
Aquí es importante notar que cualquier sustancia puede ser tóxica dependiendo de la dosis. En el habla coloquial, las “toxinas” también pueden referirse a sustancias tóxicas que son venenos artificiales encontrados en el medio ambiente, generalmente debido a la contaminación.
Sin embargo, en el contexto de las dietas de desintoxicación, una “toxina” es cualquier sustancia que se cree que es tóxica o nociva y que supuestamente se acumula en el cuerpo con el tiempo. Las menciones notables incluyen:
- Metales pesados.
- Aditivos para alimentos como colorantes de alimentos.
- Edulcorantes artificiales.
- Azúcares agregados como el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa (JMAF).
- Productos químicos sintéticos en general.
Sin embargo, mientras respirar pesticidas o beber contaminantes ciertamente es perjudicial para la salud, no se puede decir lo mismo de todos los aditivos y modificaciones no naturales a los alimentos. Las toxinas y los tóxicos cubren una amplia variedad de sustancias, pero los compuestos no naturales no son automáticamente nocivos.
En lugar de ser presa de las falacias naturalistas, es hora de arrojar un poco de ciencia sobre esas áreas grises de la nutrición:
Determinando la toxicidad
El contexto es crucial. Natural o sintética, cualquier sustancia puede ser nociva, dependiendo de muchos factores. El cacao, por ejemplo, puede ser consumido de forma segura por las personas, pero su contenido de teobromina lo hace potencialmente letal para los perros.
El ácido linoleico conjugado (CLA) causa hígado graso en ratones, pero no en humanos. Es importante tener esto en cuenta porque a menudo se citan estudios en animales para “probar” que una sustancia es dañina para los humanos.
La dosificación es otro factor a considerar. Incluso el agua puede matar a una persona si bebe demasiado en un período de tiempo muy corto, ya que reduce la concentración de electrolitos necesarios para que los músculos (incluido el corazón) funcionen. Del mismo modo, esos mismos electrolitos que el corazón necesita para seguir latiendo no siempre son tus amigos.
Por ejemplo, en EE.UU. la ingesta recomendada de potasio para adultos es de 4.7 gramos. Cuando se consume esta cantidad de potasio a través de los alimentos este se digiere durante horas, lo que es seguro y saludable. Sin embargo, solo un gramo de potasio puro tomado con el estómago vacío puede tener efectos adversos para la salud.
Teniendo en cuenta lo anterior, se entiende porque las multivitaminas y bebidas deportivas están limitadas a 99 miligramos (0.099 gramos) de potasio.
Pero seguramente algunas sustancias siempre son malas para ti, ¿verdad? ¿Tabaco, por ejemplo, o alcohol? La respuesta es sí para el tabaco. Pero el alcohol no es un mal absoluto. Si bien el consumo excesivo puede provocar cirrosis y un mayor riesgo de cáncer, pequeñas cantidades pueden proporcionar beneficios de salud modestos (por ejemplo, cierta protección contra la enfermedad coronaria).
¿Y qué hay de este moderno demonio, el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa (JMAF)? Claro, es un extracto muy refinado hecho de maíz, pero este compuesto tiene una composición de azúcar de mesa regular y probablemente no sea peor para ti.
Ni el JMAF, ni el azúcar son intrínsecamente dañinos, y una lata de refresco ocasional no va a descarrilar tu salud. Sin embargo, el consumo regular de estos azúcares agregados a través de refrescos y alimentos procesados puede provocar aumentos involuntarios en la ingesta calórica, sumado a los posibles problemas de salud debido al incremento de grasa resultante.
Algunas sustancias pueden acumularse en los tejidos corporales, y con el tiempo sobrevienen los problemas de salud graves. Este hecho es bien reconocido cuando se trata de metales pesados. Debido a que el pescado puede contener mercurio (un metal pesado con una vida media en humanos de aproximadamente 50 días), algunas personas lo han prohibido en su dieta, privándose así de sus saludables ácidos grasos omega-3.
Teniendo en cuenta que la dosis por lo general (pero no siempre) produce el veneno, puedes decidir comer pescado con menos frecuencia, variar el tipo de pescado que comes o enfocarte en consumir peces que tienen menos probabilidades de contener altas cantidades de mercurio.
Los residuos de pesticidas en los alimentos son otra preocupación común. Sin embargo, el Programa de Datos de Plaguicidas (PDP) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, ha encontrado sistemáticamente que la gran mayoría de los alimentos en el mercado contenían residuos por debajo de los límites tolerables establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Además, el enjuague, la exfoliación cuando sea posible y la cocción de los alimentos pueden reducir la cantidad de pesticida que puedan contener.
¿El cuerpo necesita limpieza?
Incluso si una sustancia es realmente nociva, un detox no ayudará. La toxicidad aguda probablemente constituiría una emergencia médica, mientras que la toxicidad crónica se aborda mejor con un cuerpo bien alimentado, no con una dieta de limonada infundida con pimienta.
El hígado, los riñones, los pulmones y otros órganos trabajan las 24 horas del día para eliminar sustancias nocivas y excretar los productos de desecho del metabolismo. No necesitan ayuda de las dietas de moda. Lo que si tiene beneficios para ti es una dieta saludable y una suplementación inteligente.
Los sistemas de desintoxicación del hígado, por ejemplo, se benefician enormemente de comer vegetales crucíferos como el brócoli, que proporciona sulforafano, un compuesto que regula de forma positiva los procesos de desintoxicación del hígado.
Estos efectos también pueden extenderse a otras sustancias bioactivas presentes en las plantas. En términos de suplementos, los compuestos como la N-acetilcisteína y el cardo mariano tienen pruebas sólidas que respaldan su uso en la salud del hígado.
Entonces, ¿cuáles son las conclusiones que podemos sacar en cuanto a los productos comerciales? Desafortunadamente, una investigación realizada en 2009 encontró que ni una sola compañía detrás de 15 suplementos de “desintoxicación” podía proporcionar alguna forma de evidencia de su eficacia (o seguridad). Peor aún, las compañías ni siquiera podían nombrar las toxinas objetivo de sus productos o simplemente acordar una definición para la palabra “desintoxicación”.
El hecho de que ninguna compañía pueda nombrar a la toxina a la que se dirigen sus productos revela lo poco efectivas que son las dietas de limpieza.
Para determinar científicamente la eficacia de un tratamiento, los investigadores deben primero identificar la toxina, para medir con precisión su acumulación en el cuerpo. Solo así pueden investigar los efectos de diferentes compuestos, y si encuentran uno que afecte a la toxina, explorar una hipótesis sobre su modo de acción.
Por ejemplo, los científicos que investigan los efectos de los pesticidas organoclorados, que se acumulan en los mamíferos, no solo conocen el nombre de la toxina que están investigando, sino que también han determinado que su acumulación se puede limitar con Orlistat, un medicamento contra la obesidad.
De hecho, el mecanismo detrás del efecto de este producto farmacéutico se entiende en gran medida: Orlistat confina estos pesticidas particulares a los intestinos, a través de los cuales se eliminan como desechos. De manera similar, el envenenamiento por metales pesados se trata con agentes quelantes que se unen al metal y evitan una mayor absorción.
El cuerpo humano acumula elementos nocivos como metales pesados o ciertas sustancias solubles en grasa, pero también tiene mecanismos para eliminar muchos de estos a lo largo del tiempo. Si el cuerpo necesita ayuda para desintoxicarse, existen compuestos bien estudiados que están en uso médico, como el Orlistat para el envenenamiento por pesticidas.
En contraste, la mayoría de los suplementos de desintoxicación tienen poca o ninguna evidencia con respecto a su eficacia o seguridad.
Lo que la ciencia tiene que decir.
Los estudios sobre productos detox son escasos y, según una revisión de 2015, no son muy convincentes. Esto se debe a que sufren de “tamaños de muestra pequeños, sesgo de muestreo, falta de grupos de control, confianza en el autoinforme y mediciones cualitativas en lugar de cuantitativas”.
Por ejemplo, un ensayo controlado que investigó el programa de desintoxicación Master Cleanse no encontró señales de que fuera beneficioso. El estudio mostró que no hubo alguna diferencia significativa entre la pérdida de peso o mejoras de salud entre las mujeres de mediana edad asignadas a seguir una dieta de limpieza, y las del grupo que simplemente redujeron su ingesta calórica en la misma medida.
Ambos grupos comieron solo 400 kcal por día y vieron reducciones en su peso, lípidos en la sangre y resistencia a la insulina. No obstante, esto no se debió a ninguna magia de jugo de limón, o de maple, sino porque las mujeres estaban comiendo casi nada. En cualquier caso, el estudio duró solo 11 días, por lo que no sabemos si estas mejoras de salud se mantendrían después que reanudaran la alimentación regular.
Pero muchas personas no consideran la evidencia (o la falta de ella) y simplemente notan la pérdida de peso y grasa por comer mucho menos de lo habitual. Así, las dietas de desintoxicación y las limpiezas comerciales siguen siendo populares.
¿Un amigo perdiendo peso en una limpieza extrema? Eso no necesita ninguna explicación. ¿Escudriñar la evidencia y analizar en profundidad los estudios? La persona promedio no tiene ni el tiempo ni el conocimiento para sumergirse en toxicología y revisiones sistemáticas de evidencia.
De vez en cuando surge un informe de un caso sobre riesgos potenciales, como el daño renal causado por los batidos verdes o la insuficiencia hepática causada por los tés de desintoxicación. Pero, una vez más, quienes prestan atención a estos estudios generalmente son los investigadores, y quienes emplean regularmente planes de desintoxicación y limpieza los ignoran.
Hay poca o ninguna evidencia que investigue los programas comerciales de desintoxicación. La evidencia que existe está llena de problemas metodológicos y sugiere fuertemente que los posibles beneficios a corto plazo se deben principalmente a la restricción calórica extrema, en lugar de a la desintoxicación.
Explicando los supuestos beneficios de la limpieza
¿Por qué las limpiezas de moda se difunden de boca en boca a pesar de la falta demostrada de beneficios? Una respuesta es: pérdida rápida de peso. Lo que podría ser genial si la pérdida de peso significará pérdida de grasa.
Para almacenar un gramo de glucógeno en el hígado y los músculos, el cuerpo utiliza tres gramos de agua. Las reservas de glucógeno se agotan fácilmente en 24 a 48 horas si el cuerpo no recibe suficientes carbohidratos, lo que resulta en una pérdida de peso de varias libras. Sin embargo, una vez que se reanuda un horario regular de comidas, el glucógeno y el agua regresan rápidamente.
Sin embargo, la pérdida de peso temporal lleva a muchas personas a atribuir los beneficios de salud a la limpieza que acaban de completar.
Además, muchas personas no suelen seguir una alimentación balanceada, y las dietas de desintoxicación generalmente giran en torno a los vegetales y las frutas. Por lo tanto, para la mayoría de las personas, una dieta de desintoxicación significa consumir menos calorías pero, paradójicamente, más vitaminas y otros micronutrientes valiosos.
En ese caso, la dieta podría considerarse beneficiosa, pero aún así no sería tan buena como simplemente comer mejor, especialmente porque la dieta de desintoxicación es algo más temporal que sostenible.
Entonces, en lugar de hacer una “limpieza de primavera”, concéntrate en los hábitos saludables que puedes mantener, como comer alimentos nutritivos a diario. Las proteínas abundantes, las verduras de hoja verde y los alimentos repletos de vitaminas no solo son más sabrosos y satisfactorios que una limpieza, también son mucho mejores para ti.
Guarda tu dinero
La evidencia en apoyo de las dietas o productos de desintoxicación simplemente no está allí. Tu (y tu billetera) estarán en mejores condiciones para permitir que su sistema de desintoxicación natural se ocupe de las “toxinas”, reforzadas por una dieta y un estilo de vida saludables. Y en la remota posibilidad de que realmente estés envenenado, confía en profesionales médicos, no en limpiezas comerciales.
Si te interesa seguir dietas cuyos beneficios son mucho más convincentes que los de las dietas Detox, te recomendamos leer nuestro artículo sobre los protocolos de Ayuno Intermitente.